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Testimonio de un matrimonio restaurado

Este matrimonio te dará esperanzas

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Nuestro Matrimonio Te Dará Esperanza

En medio de las tormentas más difíciles, cuando parecía que todo estaba perdido, Dios intervino con Su infinita bondad, compasión y misericordia para restaurar nuestro matrimonio. A través de Su gracia, aprendimos que no importa cuán rota esté una relación, siempre hay esperanza en Él.

Nuestro matrimonio enfrentó desafíos que parecían insuperables. La falta de comunicación, la desconfianza y el dolor acumulado nos habían alejado, haciéndonos pensar que la separación era la única salida. Sin embargo, en nuestra desesperación, recurrimos a Dios, buscando Su dirección y ayuda.

«Porque yo sé los planes que tengo para vosotros, declara el Señor, planes de bienestar y no de calamidad, para daros un futuro y una esperanza» (Jeremías 29:11). Este versículo nos recordó que Dios tenía un propósito para nuestro matrimonio, y que Su plan era de restauración y no de destrucción.

A través de la oración y el estudio de la Palabra, comenzamos a experimentar la compasión y la misericordia de Dios. «El Señor es misericordioso y compasivo, lento para la ira y grande en amor» (Salmo 103:8). Sentimos Su amor sanador que suavizaba nuestros corazones, permitiéndonos perdonar y sanar heridas profundas.

Dios nos enseñó a amarnos nuevamente como Él nos ama, con paciencia y bondad. «El amor es paciente, es bondadoso. El amor no es envidioso ni jactancioso ni orgulloso» (1 Corintios 13:4). Aprendimos a comunicarnos con honestidad y respeto, y a valorar el compromiso que habíamos hecho ante Él.

Hoy, nuestro matrimonio es un testimonio vivo de que, con Dios, todo es posible. Si estás enfrentando dificultades en tu relación, queremos que sepas que hay esperanza. La misma compasión y misericordia que restauró nuestro amor está disponible para ti. Confía en Dios, busca Su guía, y permite que Su amor transforme tu matrimonio. «Los que esperan en el Señor renovarán sus fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán y no se cansarán; caminarán y no se fatigarán» (Isaías 40:31).

Confiamos en que nuestro testimonio te dará esperanza y te animará a creer en la restauración divina. Dios puede renovar tu matrimonio, tal como lo hizo con el nuestro.

Fuente: Restaurados 1

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